Manifiesto

    «Cuando se necesita una política realista y de acción, esos señores siguen nadando sobre las olas de sus verbosidades. Por eso es que toda nuestra insignificancia se resuelve en una sola palabra: Falta de alma.¡Crisis de hombres! ¡Crisis de hombres! ¡Crisis de Hombre! Porque, como dice Guerra Junqueiro, una nación no es una tienda, ni un presupuesto una Biblia. De la mera comunión de vientres no resulta una patria, resulta una piara. Socios no es lo mismo que ciudadanos.» decía el gran Huidobro.

   Sin embargo verbosidades es lo único que obtenemos de los señores políticos: discursos eternos llenos de promesas destinadas a quedarse siempre en el papel, y discursos cargados de ideologías ya obsoletas.

   Que sirva como ejemplo la cantinela de la derecha y la izquierda que todavía ocupa la Concertación como escusa para eternizarse en el poder ¡Cómo si se pudiese llamar de izquierda su gobierno! basta de hipocresías: la izquierda (por lo menos esa «socialista») ya no existe, murión en 1989 si no antes, y todo el mundo se rindió hace tiempo ante el modelo neoliberal y capitalista. (se observa aquí un hecho curioso: los que antaño eran promotores acérrimos de la lucha de clases, son ahora paladines del mercado)… ¡hasta cuándo la gente va a seguir aceptando que le metan el dedo en la boca, haciendo aparecer divisiones que ya no existen!.

   Y más que las ideas obsoletas, lo que impera ahora son LA ABSOLUTA FALTA DE IDEAS, es decir, la utilización de miles de conceptos que ya hace años que perdieron todo su significado… Tenemos un gobierno que con suerte sabe qué hacer porque va sin rumbo, no sabe donde está la meta, cómo va a ser el futuro. Un gobierno que va siempre detrás, con paso cancino, en lugar de adelantarse y ponernos en la vanguardia. Y es así porque ya no piensan en otra cosa que no sea cómo van a ganar las próximas elecciones para mantener sus sueldos y su poder. Como dice el manifiesto de Chile Primero: Los grupos dirigentes, políticos y empresariales, están ensimismados en sus éxitos; no están preocupados de las futuras generaciones sino que de sus futuras reelecciones.»

     Y es éste el problema: que la gente que llega al gobierno destaca por su cinismo y por su mediocridad, mientras que lo que debería caracterizarlos es la innovación y la creatividad (además de molestarse en informarse y culturizarse… cosa que usualmente no hacen).

   ¿En que puede aportar la ciudadanía? Pues bien.. una ciudadanía desinformada como la de ahora permite que le sigan metiendo el dedo en la boca hasta la campanilla. Una ciudadanía crítica no permite que el gobierno haga cualquier cosa, recitando con resignación: «podría ser peor, comparémonos con los demás países latinoamericanos, con la región». ¡Comparemonos con la región si es que queremos ser eternamente pobres y mediocres! Y prefiero compararme con los países de las grandes ligas: países de verdad y no eternos proyectos de países.

   Sirva como ejemplo de la mediocridad imperante, el vergonzoso caso de la prueba TIMSS, es decir, Trends in International Mathematics and Science Study. En TIMSS 2003 Chile se ubicó en el lugar 39 de 46 países en matemáticas, sólo logrando superar a Botswana, Arabia Saudita, Gana y Sudáfrica; y en el lugar 36 de los 46 en ciencias, con resultados similares a Indonesia y Egipto. Resultados por supuesto vergonzosos, ¿Que hizo el ministerio del ramo? En lugar de dictar medidas concretas para mejorar la situación (es decir, lo que dicta el sentido común: más disciplina, profesores más capacitados, nuevas herramientas que se ocupen de forma efectiva) dijo que la prueba reflejaba que la situación chilena está estable (¡¡¡como si habláramos de la inflación!!!…) y al final craneó una genial solución a tan arduo problema: dejar de someterse a la medición internacional. Es decir, actuando igual que Don Otto que vende el sillón…

   Lo que se necesitan son nuevas ideas, nuevos rumbos, una carta de navegación para que Chile progrese durante el siglo XXI… Pero las ideas no bajan del cielo: para que surjan hay que pensar y discutir. Este blog pretende aportar en ése sentido.

     Pero el objetivo no es sólo hablar de Chile: en todo el mundo se necesita más pensamiento y menos verborrea. Los discursos de poco rigor intelectual, como el antiimperialismo (muletilla de todos los gobernantes autoritarios), el multiculturalismo que no se compromete con nada ni con nadie y que ve en cualquier barbaridad «una expresión de una cultura distinta» (tómese por ejemplo las penas salvajes que se imparten en países musulmanes que siguen la Sharia, como las lapidaciones, sobre las que occidente es totalmente pasivo) o el relativismo extremo que ya ni siquiera da espacio para la discusión de las leyes sino que en todo mete la muletilla de la «libertad» (supongo que no estarían de acuerdo en que uno tuviera la «libertad» de robar su casa o secuestrar a sus hijos)

   Bueno, ojalá que alguien esté dispuesto a poner un poco de orden en el caos.

2 respuestas

  1. Me sorprende cómo se utiliza la palabra «debate» en este país. Está totalmente manoseada. Se utiliza la palabra desde la simple emisión de opiniones hasta en los más burdos escenarios locales. ¿Pero hay efectivamente un debate? ¿Hay efectivamente un pensamiento profundo en nuestra sociedad? es más, ¿hay un querer pensar? Yo quiero creer que sí, pero esto no se evidencia en quienes manejan el país, ni siquiera en los medios de comunicación. Por lo tanto, felicito al autor por la invitación de generar un pensamiento que tenga frutos. O sea, un pensamiento que dé a la acción, pero una acción con real consecuencia y no con pantomimas absurdas que es lo que hemos estado apreciando este último tiempo en nuestro país.

  2. Saludos desde el otro lado del gran charco, en medio de éste clima de verborrea, insultos y manipulación… ya no somos pocos quiene pretendemos dialéctica y ponemos energía y empeño en esta lucha por el cambio.

    Con ustedes,

    RODION13

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